Estoy en Angola. He venido a ver si en este país, heredero de una guerra interminable de 10 años y de una perpetuada costumbre de recibir ayuda, a las mujeres les interesa y les puede ayudar nuestro sistema de ahorro y crédito.

El punto de partida no ha sido fácil: grupos de mujeres acostumbradas a recibidr créditos que nunca han devuelto y por los que nadie les ha reclamado, acostumbradas a recibir ayudas en especie de todo tipo, que disminuyen la necesidad de "buscarse la vida" una misma.

Menos mal que hablo Portugués, un impedimento menos. Pero no traigo dinero para darles, primera barrera. Además la mayoría de las mujeres no leen ni escriben, segunda complicación. Algunas dicen que necesitan la autorización de los maridos,...yo creo que es una excusa...la mujer angoleña parece de carácter fuerte y, aunque tiene que darle dinero al marido cuando le pide, es ella la responable principal de las finanzas de la casa... ¡como en casi todo el mundo!

De los 5 grupos visitados al final hemos conseguido iniciar dos grupos, ¡nada mal!  Son mujeres de Quela, un pequeño poblado en la provincia de Malanje, a unas 5 horas de Luanda (en teoría, porque en la práctica yo no he conseguido hacerlo en menos de 7-8). Se dedican principalmente a labrar el campo, que cultivan principalmente con mandioca, cachuetes y frijoles,... se les nota en las manos.

Como siempre lo más difícil, explicar los tipos de interés. Ellas pagan un 100% a amigos y vecinos por los préstamos. Esto me ha servido para explicarlo. Y aquí también tienen su tontina, que en Angola llaman "kisikila".

¡Seguimos adelante!